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Boletín Nº 4 (Septiembre 2003)

En el Museo Casa de León Trotsky, México

En el Museo Casa de León Trotsky, México

“Trotsky no era solamente Trotsky. Era el símbolo de la revolución de octubre de 1917, el gran temor de los privilegiados y la gran esperanza de los oprimidos. Su nombre estaba ligado al gran levantamiento de las masas contra la guerra, a la lucha armada de los obreros y de los campesinos rusos contra las grandes potencias conjugadas, y a un programa, el de la revolución mundial”

Pierre Broue.

Con las paredes del auditorio del Museo Casa de León Trotsky adornadas con mantas de los grupos trotskistas organizadores, una gran foto de Trotsky en el fondo del espacio y la asistencia de 100 personas o más, entre ellas la presencia del nieto de Trotsky Esteban Volkow, el sábado 23 de agosto se realizo el Acto Homenaje: “Vigencia y actualidad de la obra revolucionaria de León Trotsky, en el 63 aniversario de su muerte”. La presentación de las tres organizaciones que impulsaron este acto conjunto, la Liga de Trabajadores por el Socialismo, La Liga de Unidad Socialista y el Partido Obrero Socialista, dio el preámbulo a la dedicatoria especial de la jornada a Octavio Fernández tal vez el colaborador más cercano de Trotsky durante su exilio en México y que hace unos meses falleció en Jalisco, estado ubicado al occidente del país. 

 

La actualidad del marxismo y la obra de Trotsky

Participaron como ponentes Manuel Aguilar Mora de la LUS Aldo Santos de la LTS y Enrique Gómez del POS. Una de las ponencias abordando la discusión sobre la actualidad del marxismo y la obra de Trotsky planteaba “Son ya 63 años desde la muerte de Trotsky, pero hablar de él en este nuevo siglo sigue necesariamente teniendo que ver con la discusión sobre la vigencia del marxismo, no como dogma, sino como teoría crítica para la acción revolucionaria de los oprimidos y explotados.” En este sentido esta misma se planteo que el mejor homenaje que se puede hacer a este heroico revolucionario ruso, implica reformularse las definiciones y los problemas fundamentales del marxismo a la luz de la nueva y compleja situación internacional, para poder comprenderla junto a los desafíos que tenemos planteados todos aquellos que pretendemos aportar a la transformación radical de este sistema de explotación y miseria. Sería éste el método de Trotsky y otros que, en el siglo pasado, al calor de las nuevas condiciones generadas el imperialismo, reavivaron la teoría revolucionaria, en oposición al “marxismo” positivista y evolucionista de la II Internacional.

En ese marco se plantearon distintos aspectos en torno al aporte de Trotsky a la teoría marxista plasmados en la teoría de la revolución permanente, la utilización de la ley del desarrollo desigual y combinado para entender el desarrollo, el análisis de Trotsky sobre los países semicoloniales y los regímenes latinoamericanos como el de Cárdenas en los 30, y su lucha incansable por la revolución obrera para frenar la barbarie capitalista, para lo cual consideraba clave forjar una nueva herramienta política de los explotados, una nueva internacional revolucionaria, tarea a la que se abocó con ahínco y que constituyo la principal obra de su vida: la fundación de la IV Internacional.

De igual manera los ponentes abordarían distintos aspectos en torno a la utilización de ese gran bagaje teórico y político, para entender la realidad y transformarla. Distintos aspectos se abordaron en las intervenciones en torno a la situación de crisis en la economía mundial, la economía estadounidense, la ofensiva guerrerista de Bush y sus aliados, las distintas movilizaciones de las masas latinoamericanas contra los planes neoliberales, el movimiento antiguerra y “antiglobal”, de igual forma se plantearía en torno a México la reaparición en la escena política nacional del EZLN y del movimiento campesino e indígena en México con la conformación de los caracoles y las juntas de buen gobierno, la lucha del campesinado por la tierra, la demanda de la autonomía indígena, la lucha frente al régimen de FOX y los partidos patronales y por último la necesidad de impulsar una discutión amplia y de cara a la vanguardia sobre cuales son la vías estratégicas y programáticas para construir un partido revolucionario.

Una discusión necesaria

A la postre de las ponencias se permitió que los asistentes tomaran la palabra. Distintos planteamientos se expresaron; la importancia de iniciativas como la realización de un acto conjunto entre las organizaciones que luchan por la revolución obrera y socialista, la búsqueda de un debate abierto con cientos de compañeros sobre la necesidad de un partido revolucionario, qué estrategia y que programa debe tener; un compañero planteo cómo frente a la realidad y las contradicciones que atraviesan la situación nacional, cada vez se vuelve más necesario partir de analizar lo que pasa en EE.UU. y la relación que se establece con los distintos síntomas de la economía y la política en México, así como también la necesidad de tender una alianza internacionalista con los jóvenes y los trabajadores de EE. UU. y los países centrales.

Cómo conclusión de este acto el compañero Aldo Santos abordo la discusión planteada por algunas participaciones, desde el punto de vista de cómo las concepciones de Lenin sobre las vías para construir el partido que se necesitaba para llevar a la victoria revolucionaria de los trabajadores en Rusia, se revolucionaroon a partir de analizar la experiencia de la primera revolución rusa de 1905 y el surgimiento de los consejos de obreros y campesinos, que lo llevaría a plantear la necesidad de que el surgimiento de un verdadero movimiento revolucionario de los trabajadores y las masas es condición indispensable para el surgimiento de un verdadero partido revolucionario.

Para terminar, desde la mesa que coordinaba el acto, se leyó la siguiente cita de Trotsky “La vida es hermosa. Que las futuras generaciones la libren de todo mal, opresión y violencia y la disfruten plenamente.” Al finalizar se canto La Internacional un detalle que en esta ocasión se vivió emotivamente, ya que sobretodo para la juventud militante y para compañeros con muchos años de tradición y militancia en el trotskismo en México, es necesario llenar de nueva energía y pasión revolucionaria a las nuevas generaciones de jóvenes revolucionarios que buscan reinventar y renovar una tradición revolucionaria para nuestros días.