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Red Internacional

OPINIÓN. Lenin, Trotsky y Cannon: Debates en torno a la cuestión racial y las tareas del partido revolucionario

Los múltiples episodios de asesinatos raciales en Estados Unidos vuelven a poner sobre la mesa los debates en torno a la cuestión racial. Este debate no fue ajeno a los revolucionarios rusos Lenin y Trotsky ni mucho menos al dirigente del SWP (Socialist Workers Party) en Estados Unidos, James Cannon.

Miércoles 29 de abril de 2015 | 13:39

Un nuevo asesinato de un joven afroamericano- Freddie Gray de 25 años- en manos de la policía se suma a la trágica lista de la “epidemia de asesinatos raciales”- como le denomino el activista político Jesse Jackson- que incluye a Michael Brown, Eric Garner, Tamir Trace de 12 años, Walter Scott y muchos otros afroamericanos caídos en los últimos dos años a manos de la policía. Estos casos de racismo vuelven a avivar la ira de un pueblo que ha vivido la opresión racial desde los tiempos de la esclavitud, rompiendo la ilusión post racial generada tras la elección de Obama en 2008.

Este debate, ha sido de gran importancia para los revolucionarios, siendo “los negros en América” uno de los principales temas de discusión en el segundo Congreso de la III internacional impulsado por Lenin y Trotsky.

Lenin y los bolcheviques eran reconocidos internacionalmente por defender los intereses de las naciones oprimidas y su apoyo firme a las luchas por la libertad, la independencia y el derecho a la autodeterminación. Lenin veía el enorme potencial revolucionario en la situación de los pueblos y naciones oprimidas y por lo tanto los veía como un aliado fundamental de la causa revolucionaria de la clase obrera.

Por su parte, Cannon en sus notas sobre la revolución rusa y el movimiento negro escribe: “las principales discusiones sobre la cuestión negra ocurrieron en Moscú, y la nueva forma de abordar la cuestión fue elaborada allá [...] Los comunistas estadounidenses de los primeros días, bajo la influencia y presión de los rusos en la Comintern, estaban aprendiendo lenta y dolorosamente a cambiar su actitud; a asimilar la nueva teoría de la cuestión negra como una cuestión especial de gente doblemente explotada y relegada a ser ciudadanos de segunda clase, que requería un programa de demandas especiales como parte del programa general; y a empezar a hacer algo sobre esta cuestión”.

El movimiento socialista estadounidense previo a la revolución rusa, nunca adoptó una política especial hacia la cuestión negra, reduciéndolo de manera mecanicista a un problema meramente económico, una parte de la contradicción capital trabajo. Para este primer movimiento socialista la cuestión negra no era importante, no haciendo ningún esfuerzo por captar militantes negros y permitiendo posiciones abiertamente racistas dentro del partido.

Para Lenin al igual que para el movimiento negro, esta fórmula simplista no guardaba relación con la realidad pues era la población negra la que vivía diariamente la discriminación por parte de los blancos.

El Partido Comunista en sus primeros diez años (antes de su estalinizacion) –relata Cannon-defendiendo agresivamente la causa de los negros, llamando por una alianza del pueblo negro y el movimiento obrero combativo, entró en la nueva situación como un agente catalizador en el momento preciso […] Los activistas del Partido Comunista empezaron a desempeñar este papel al punto crítico en los días formativos de los nuevos sindicatos. La política y la agitación del Partido Comunista en este período hicieron más, diez veces más, que cualquiera otra fuerza para ayudar a los obreros negros a asumir un nuevo status de, por lo menos, semiciudadanía dentro del nuevo movimiento obrero creado en la década de los 30 bajo la bandera del CIO (Congreso de Organizaciones Industriales).

Trotsky, siguiendo la línea de Lenin, planteaba que no existía una barrera entre la opresión nacional y la opresión racial puesto que lo nacional tiene su origen y crecimiento en lo racial bajo determinadas condiciones y dependiendo del estado de su conciencia. Por tanto, la cuestión del derecho a la autodeterminación no pierde- para Trotsky- vigencia en la cuestión racial en Estados Unidos.

Para el Partido Comunista estadounidense de los años 20’ la agitación en torno al derecho a la autodeterminación no significó abandonar la agitación en torno a los derechos civiles, sino que esta se fortaleció aún más. Si para los primeros años del Partido Comunista estadounidense la integración de militantes negros había sido minoritaria, para los años 30’ la política del partido había empalmado de tal manera que miles de militantes negros entraron al partido, transformándolo en un fuerza real al interior del movimiento negro. Sin embargo, la política estalinista en función de la política exterior de Stalin durante la Segunda Guerra Mundial terminó por traicionar al movimiento negro y este se termina alejando del partido.

¿Derecho a la autodeterminación?

Aunque ha causado mucha polémica a través de los años, el derecho a la autodeterminacion del pueblo negro fue una de las principales consignas levantadas por Lenin y Trotsky frente a la cuestión racial. En sus discusiones con James (dirigente trotskista negro) y Hudson (dirigente del SWP norteamericano), Trotsky polemiza contra dos posiciones, una sectaria y otra oportunista, basadas ambas en un punto de vista que partía de las conveniencias de la clase obrera blanca.
Para James, la separación de los negros sería un gran paso atrás, mientras que para Hudson, la separación de una parte del país y la constitución allí de un estado negro (en esa discusión se trataba de los estados del sur) debilitarían al imperialismo y sería un hecho a favor del conjunto de la clase obrera americana.

El planteo de la separación del llamado "cinturón negro" del sur fue una política del Partido Comunista a la cual Trotsky criticó por demostrar "una falta de tacto...que sólo podía repugnar a los negros", ya que, en sus palabras es como si los blancos le dijeran a los negros "ustedes deben constituir vuestro ghetto", y no casualmente era visualizada como una política posible por un sector de la burguesía blanca norteamericana.

Para Trotsky no era posible decirles a los negros de constituir un Estado, porque así se debilitaría el imperialismo, y será bueno, en consecuencia, para los obreros blancos. Iría contra el internacionalismo mismo. No podemos tampoco decirles ‘quédense aquí al precio del progreso económico’. Sí podemos decirles: ‘está en Uds. decidir. Si Uds. quieren tomar una parte del país, estará bien. Pero nosotros no queremos decidir por Uds.’ (...) Yo no propongo que el partido defienda, ni que inyecte la idea de la autodeterminación. Solamente que proclame nuestro deber de apoyar la lucha por la autodeterminación, si los negros mismos la reivindican. No se trata de nuestros camaradas negros. Se trata de 13 o 14 millones de negros" (...) "Nuestros camaradas negros pueden decir: la IV Internacional dice que si queremos ser independientes, ella nos ayudará de todas las maneras posibles, pero está en nosotros elegir. Mientras tanto, yo, en tanto negro miembro de la IV Internacional, pienso que debemos permanecer en el mismo estado que los blancos".

Bajo este mismo razonamiento cuestionaba a quienes no estimaban necesaria esta consigna porque no era una demanda inmediata del movimiento negro, pues “si los negros no están exigiendo ahora el derecho a la autodeterminación es por supuesto por la misma razón que los obreros blancos no están planteando todavía la consigna de la dictadura del proletariado. Los negros aún no se han metido en sus cabezas que puedan atreverse a tomar una porción de los grandes y poderosos Estados Unidos para ellos".

Referencias:
https://www.marxists.org/espanol/cannon/1959/mayo/08.htm
http://www.ft.org.ar/estrategia/ei6/ei6polemica_por_la_autodeterminacio.html


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